Una motivación fundamental para la existencia de estadísticas oficiales, y de entidades públicas dedicadas exclusivamente a su producción, es la necesidad de contar con fuentes confiables de información para la toma de decisiones públicas. Especialmente en el contexto de un país organizado democráticamente, la disponibilidad de datos fidedignos se vuelve primordial para nutrir los debates públicos y guiar las decisiones gubernamentales, que involucran aspectos técnicos y políticos.
Los políticos, los ciudadanos y las entidades públicas y privadas deben poder confiar en datos comunes para tener deliberaciones, debates y decisiones fructíferas. Como recomiendan las teorías clásicas sobre argumentación y persuasión, el primer y más importante requisito para entablar una discusión exitosa es encontrar un terreno común sobre el cual las partes puedan construir sus razonamientos y apoyarse para delimitar los límites de la conversación. La falta de tal terreno común disuelve el compromiso real, manteniendo a las partes separadas, e invalidando así la función del debate público en una democracia. Como señala C. Véliz, abordando el problema de los anuncios políticos personalizados en las redes sociales, “Los anuncios personalizados fracturan la esfera pública en realidades individuales paralelas. Si cada uno de nosotros vive en una realidad diferente porque estamos expuestos a contenidos dramáticamente diferentes, ¿qué posibilidades tenemos de tener debates políticos saludables?’ (Véliz Citation2021, 116).
David Hernández-Zambrano, Wilson Herrera, Elizabeth Moreno Barbosa, Andrés Guzmán Botero & Ruth Baquero Quevedo (2023) Building ethical guidelines to produce official statistics: the statistical ethics system (SETE) for the national administrative department of statistics (DANE) in Colombia, Journal of Global Ethics, DOI: 10.1080/17449626.2023.2226670